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12.06.2019

El estado de las admisiones de refugiados bajo Trump

El mes pasado, el gobierno de Trump anunció que el tope anual para los refugiados se reduciría a 18,000 en el próximo año fiscal. Esto es después de que se informó en julio que el presidente Trump está considerando esencialmente cerrar el programa de refugiados de nuestro país.

El reasentamiento de refugiados es un aspecto crucial de nuestras obligaciones en virtud del derecho internacional. Históricamente, los Estados Unidos ha reasentado a más refugiados que cualquier otro país, solamente en número total -3 millones desde 1980, según Pew Research.

Desde que Trump asumió el cargo, ese número ha ha disminuido drásticamente. Mientras Obama reasentó a 97,000 refugiados en 2016, Trump reasentó sólo 33,000 en 2017, y sólo 23,000 en 2018. Canadá, a pesar de tener una décima parte de nuestra población, reasentó a más personas que Estados Unidos el año pasado, 28,000 en 2018.

Además de los drásticos recortes a las admisiones de refugiados, la administración Trump planea permitir que los gobiernos estatales y locales decidan si aceptarán familias de refugiados. Texas, y San Antonio en particular, tienen un historial de acoger a muchas familias de refugiados y eso se verá en peligro si la legislatura de Texas decide que no permitirá que los refugiados sean reubicados acá. Aún más alarmante es que muchos refugiados tienen redes sociales o familiares aquí para que si Texas no abre sus puertas a los refugiados, puedan simplemente reasentarse en Texas después de que se hayan establecido en Estados Unidos y eso socavará las agencias de reasentamiento asignadas para ayudarlos en su ubicación original de reasentamiento.

Desde 2017, RAICES ha ayudado a reasentar a 400 personas solo en nuestra ciudad natal de San Antonio. Este reasentamiento implica encontrar vivienda, escuelas, trabajos, clases de idiomas y más para nuestros clientes. El programa de reasentamiento de refugiados de RAICES trabaja para encontrar maneras de integrar a los refugiados en sus nuevas comunidades.

Reducir el tope de refugiados a 18,000 es apenas el último de los planes de esta administración para reducir el número de admisiones a refugiados a cero (o lo más cerca posible de cero). De hecho, socava nuestros valores como nación libre y acogedora fundada en la premisa de refugiarse de sociedades injustas.